
¿Por qué usamos la Nariz Roja?
La nariz roja representa la máscara más pequeña del teatro. Que a diferencia de otros géneros como la comedia de arte, teatro balines…, no imprime un determinado carácter, sino que produce la amplificación de la parte sensible de la persona que la lleva.
La nariz es un pequeño y mágico prisma rojo que hace que se revele el interior de la persona, provocando un estado de vulnerabilidad, de apertura a los auténtico de uno mismo, que al ser inevitablemente compartido con el público, provoca en éste una identificación con su propia persona, con su propia humanidad que lo conmueve, causándole la tan esperada risa o cualquier tipo de movimiento emocional.
Como resultado de esta maravillosa retroalimentación, el actor detrás de la nariz roja se valida en sus experiencias. Además de producir un alivio al ser aceptado, favorece un sentimiento de pertenencia al grupo y a uno mismo, permitiéndonos e impulsándonos hacia un inocente transitar en todos los ámbitos de nuestra persona.
De esta manera, nos da el camino hacia la auto-aceptación, incluidos todos los aspectos de nuestra experiencia, con nuestras luces y sombras, con nuestros bloqueos, traumas y genialidades. Haciendo aparecer una especie de compasión que moviliza las energías instintivas y coloridas bloqueadas durante de la infancia, que actualizadas en el aquí y ahora, nos proporcionan una nueva existencia más auténtica, sensible y gozosa.
